Ya están instaladas en el frontón de la fachada de la Pasión, y ya son visibles desde la calle, las esculturas del León de Judá y el cordero de Abraham.
Ambas piezas han sido elaboradas por el escultor Lau Feliu, quien, siguiendo las indicaciones legadas por Gaudí y trabajando en contacto directo con el arquitecto director de la Sagrada Familia, Jordi Faulí, elaboró primero unas piezas a escala a partir de las cuales se inició toda la tarea artesanal, durante la que también se recurrió a la tecnología. La piedra del Tarn fue el material utilizado para el león y el cordero.
En esta fachada, Gaudí proyectó un frontón coronado con un acroterio en cada uno de los tres vértices: en los extremos, el León de Judá y el cordero de Abraham y, en el centro, una cruz. Esta cruz y la escena del sepulcro vacío son los elementos decorativos que faltan para dar por finalizada esta fachada, prevista para el 2018.